sábado, 31 de octubre de 2009

Ejemplos

Hoy quiero rendirle un pequeño homenaje a alguien en quien pienso con muchísima frecuencia. Es una persona de mi entorno con la que (al menos de momento) no he tenido ocasión de tratar lo suficiente como para establecer una relación profunda. Sin embargo, su situación, personalidad y actitud me han impresionado profundamente.

Se trata de una compañera cuya pareja está gravemente enferma. Desde hace varios meses, ambos luchan juntos contra el cáncer que él padece y han pasado por diversos tratamientos de quimioterapia y radiación: él como paciente, ella como fiel compañera. Desde el momento en que recibieron el diagnóstico, se propusieron luchar por la vida. Conscientes de que la curación es imposible, decidieron sobrevivir día a día y aprovechar cada instante. Diariamente celebran sus pequeñas conquistas; cuando el enfermo está animado, salen a la calle o ven una película - y supongo que comprenden lo felices que habían sido hasta hace poco sin saberlo.

Unidos en la lucha contra un enemigo que no puede ser batido, resisten la depresión y el desánimo. Han aprendido mucho el uno sobre el otro, y sobre las personas que les rodean. Han experimentado las actitudes, los miedos y los prejuicios sociales ante la enfermedad. Con mucha frecuencia pienso en ellos, deseo de corazón que hoy sea un "día bueno", y trato de aprender de su ejemplo. Son personas así las que mueven el mundo, dando lo mejor de sí en los momentos difíciles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso tu comentario hoy. Estoy segura de que el mundo sigue girando, porque existen muchas personas como estas. Conocerlas es siempre un privilegio.
Les deseo que sigan amándose así, hasta el último momento, llegue cuando llegue.

Ana dijo...

Qué duro...es admirable la actitud de muchas personas frente a la enfermedad terminal. Y cuánto podemos aprender de ellas!!