martes, 6 de octubre de 2009

Otoño

Aunque oficialmente el otoño llegó hace ya un par de semanas, a mí me ha alcanzado hoy. Cada año hay un día en que, sin saber cómo, soy consciente de que la noche llega mucho más temprano de lo habitual, la humedad cala en los huesos, el fresco se convierte en frío, y la vida parece unos gramos más pesada.

Echo de menos los otoños de España, que (en mi recuerdo) no se presentan por sorpresa, sino pasito a pasito, y nos dejan estampas bellísimas como la que ilustra hoy el blog. Y, sin duda, cambiaría el otoño holandés por el de Finlandia, que sólo he vivido una vez pero que me pareció espectacular, lleno de colores hasta entonces desconocidos (motivo de orgullo para los finlandeses, que tienen una palabra específica, "ruska" para los tonos otoñales).

Desde que resido en Holanda, ésta es la época más difícil del año. Octubre y noviembre parecen alargarse indefinidamente y todo cuesta un poquito más de esfuerzo que el resto del año. Cada diciembre celebro la llegada del invierno, el día en que las noches comienzan a acortarse y, a pesar del frío, se vislumbra en la distancia el retorno de la primavera...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo interés constante por el tiempo que hace en Ámsterdam. Miro una webcam y las personas que circulan en bici o caminando, me dicen como está el día. El sol o la lluvia en el suelo. A veces he tenido la suerte de conectar mientras caía nieve (poco habitual allí).
Desde aquí envidio los verdes de ese País, el agua que sobra y todo cuanto aquí es escaso. Pero en este tiempo de otoño, desde Octubre en adelante me parece que allí hay mas oscuridad, mas frío y siento esa sensación que hoy reflejas en el blog.
Es mas difícil entonces, dejar de recordar que en ese ambiente hostil, está alguien a quien quieres y que en la distancia imaginas.
Creo que en La Haya ví grandes espacios de árboles de hoja caduca, que ahora estarán preciosos.
Han pasado trece días del otoño y antes de que nos demos cuenta estaremos adornando el árbol de Navidad.
Y nos estaremos abrazando.

Ana dijo...

A mí lo que me mata es el día que cambian la hora...y a las seis ya es de noche...Y qué me dices de levantarse por la mañana antes de que amanezca?? Terrible... Creo que en general todo el mundo se "deprime" un poco con la llegada del otoño, cada uno a su forma. Supongo que el sol influye mucho en mi estado de ánimo, por eso cuando vivía en Asturias era lo que más echaba de menos...casi siempre estaba nublado. Por eso imagino cómo te sientes, en Amsterdam el otoño es más duro que aquí.
Ah, me gusta la palabra "ruska"!!
Besos y ánimo.