domingo, 20 de septiembre de 2009

Belleza

Cada semana ilustro este blog con una fotografía de José María Martínez Ruiz. Me complace poder mostrar su trabajo, al que normalmente sólo tenemos acceso unos cuantos privilegiados, y además creo que sus imágenes complementan y enriquecen mis reflexiones.

Una característica fundamental de la fotografía de Martínez Ruiz es que cada objeto es percibido "con la mirada del corazón". La técnica fotográfica o las alteraciones aplicadas a una imagen tienen como objeto final la comunicación entre el artista y quien mira la fotografía, el encuentro en un nuevo espacio emocional y estético. En este sentido muchas de sus obras me hacen pensar en las del pintor Fernando Zóbel, que, sin excepción, parecen revelar una mirada personal, profunda y siempre en busca de la belleza (sin importar si se trata de sus cuadros más elaborados, dibujos o bocetos en uno de sus numerosos cuadernos de apuntes).

Hay una serie de imágenes de José María Martínez que a mi modo de ver son excepcionalmente hermosas o conmovedoras (dejando aparte las numerosas fotografías en las que aparecen miembros de nuestra familia, que por supuesto tienen connotaciones muy especiales para mí). Muchas de ellas se refieren, directa o indirectamente, a la fuerza de la vida y a la grandeza de lo pequeño, expresadas de formas muy dispares. Flores creciendo entre chatarra, insectos posados sobre una flor, tréboles que brotan de la roca, los ojos muy abiertos de un bebé, sonrisas espontáneas de personas desconocidas. En esta categoría entra la imagen que ilustra mi entrada de hoy: el retrato de una apicultora. Para mí, un verdadero tratado sobre la auténtica belleza.

2 comentarios:

mamá dijo...

La capacidad para "ver" puede estar en los ojos de algunos, pero la de conseguir que una fotografía, nos enseñe eso que el ojo ha visto y lo aisle, lo ensalce y lo mejore, eso ya solo está al alcance de unos pocos.
Citas a Zóbel, hombre y pintor excelso. Uno cualquiera de sus cuadernos de apuntes es un tratado de vida.
He oído muchas veces esa frase que dice: "es que tiene una máquina muy buena". Imposible que entiendan lo que hay detrás de cada imágen. Yo con una estilográfica de oro, no escribiré nunca El Quijote.
Seguiremos disfrutando.

Ana dijo...

Pues esta foto yo no la conocía...;)Es genial...