domingo, 23 de agosto de 2009

Fascinación

Esta semana tuve la oportunidad de dar seis conciertos muy especiales en el Grachtenfestival de Amsterdam junto a mis amigos y compañeros Mariangela Tinelli (danza), Robert Cases (teorba y guitarra barroca) y Roberto Genova (saxofón), todos de la Fundación Momentos Memorables.

Dos de los conciertos se dirigían a público de dos a cuatro años de edad; otros dos a oyentes de entre uno y dos años, y los dos últimos a bebés menores de un año. Acompañados de sus padres o monitores de la guardería, unos 100 niños en total presenciaron nuestra actuación en la "sala de estar" de la sección infantil del Museo Histórico Judío.

Para mí, actuar para niños pequeños es una experiencia enriquecedora, por razones muy diversas. A menudo me hace reflexionar sobre lo que significa la palabra "fascinación". Bebés de meses buscan la fuente del sonido que escuchan, o siguen atentamente los movimientos de una bailarina a través de la habitación. Pequeños que apenas saben andar descubren que pueden imitar un movimiento o sonido, y establecen así una conexión inmediata y casi íntima con alguien que momentos antes era un completo extraño... Son momentos conmovedores y de gran delicadeza, casi frágiles.

Este público tan joven está libre de prejuicios. Si les gusta lo que ven, se quedan absortos en la música o el movimiento, o participan de ellos (cantando, saltando, bailando, dando palmas, comentando, hasta gritando). Si algo no les gusta, simplemente desvían su atención a otros asuntos, hasta que ocurre algo que les interesa. En cierto modo son el público ideal: un público que no juzga ni critica, no se ofende si hay aplausos entre movimientos o alguna nota falsa, no sabe hacer cumplidos vacíos; sólo responde, aquí y ahora, a lo que sucede en directo...

1 comentario:

mamá dijo...

Fascinación, es la clave. ¿Qué sonido, qué imágen, qué gesto consigue fascinar a ese niño?.

¿Por qué unos segundos quedan grabados para siempre en el cerebro de una persona, que puede fechar ese momento y saber que era un bebé?

Trabajar con niños, conseguir su interés, ver la pureza de sus ojos, debe ser impagable. Creo que no es nada fácil y conseguir crear la corriente recíproca, producirá momentos de eso que has llamado fascinación.

Gracias a cualquiera de los que sois capaces de crear esos momentos.